Kaixiflan

El poderoso mago Kaixiflan fue miembro de un prestigioso grupo de aventureros que liberó a la humanidad de grandes peligros y que es recordado entre nobles trovadores y juglares de taberna. Pero su historia es larga y se comenta que los más afamados sabios la han recogido en el diario de campaña de «Se buscan mercenarios«. Aquí mostramos un fragmento extraído de dichas crónicas dónde el propio Kaixiflan se define a sí mismo en la búsqueda del conocimiento verdadero:

El era uno con el todo. Su ser fluía por las infinitas dimensiones de la mente. No sentía las urgencias de la carne. Su mente era libre. Libre para recordar su camino y ver con claridad su futuro. Recordaba su inocente niñez y su no tan inocente adolescencia. Recordaba a toda la gente que había conocido y apreciado. Sus primeros pasos en el dominio de unas artes que escapan de la percepción terrenal. Y por supuesto también recordaba sus inicios en el dominio de la hechicería. Recordaba como tuvo que alejarse de su plácido refugio de seda para salvaguardar su virilidad…

Pero ese aciago comienzo fue el que le permitió iniciar un camino de crecimiento personal hacia una madurez intelectual y el dominio de los primitivos instintos de la carne. Fue gracias a un curioso grupo de coincidencias como su camino se cruzó con un grupo de peculiares individuos. Un severo pero comprometido clérigo, un noble pero pasional paladín, un fiero pero tierno guerrero,… Esos fueron sólo algunos de los especiales individuos con los que tuvo la oportunidad de viajar, reír, sufrir,… vivir. Se dio cuenta que toda su vida había vivido en la falsa ilusión de que sólo la recompensa inmediata y el interés propio era lo más importante. Sin embargo este camino de crecimiento personal le había abierto la mente a el bien común y a la transcendencia de los intereses propios para el bien de objetivos mayores. Ahora tenia un objetivo claro, mantener y expandir el bienestar que había contribuido a crear.

Su concentración empezó a fallar… algo lo arrastraba de vuelta al mundo terrenal. Su mente flaqueaba… ¿como seria capaz de contribuir al bien si su mente no era lo suficiente disciplinada para mantener la concentración?
Oyó unas risas,… ¿Risas?

Kaixiflan abrió los ojos. Seguía levitando a unos pocos centímetros sobre una gran roca a las afueras del poblado. Enfrente de el había un par de jóvenes amazonas que le hacían cosquillas en los pies. Cuando las amazonas le vieron abrir los ojos estallaron en carcajadas contenidas.

“Ya era hora, llevamos un buen rato intentando despertarte. No es sano dormir tanto. Te hace falta hacer más ejercicio.” le dijeron las jóvenes entre risas
Ya sabéis que no dormía, estaba intentando meditar para alcanzar transcendencia” contesto Kaixiflan intentando aparentar indignación
“Si, si.. lo que nosotras decíamos” contesto una de ellas.
“Bueno, si te apetece hacer algo de ejercicio, nosotras vamos a nadar un rato al río” dijo la otra echando a correr.
La otra le lanzo una picara mirada y corrió detrás de su compañera.

“Al fin sólo” pensó Kaixiflan. Ahora tendría tiempo de concentrarse en sus ejercicios de meditación. Cerró los ojos y empezó de nuevo a meditar. Sin embargo su mente no alcanzaba la concentración necesaria. Lo intentó unos minutos antes de darse por vencido…

“Hace demasiada calor para meditar en condiciones. Creo que me irá bien un baño para progresar en mis ejercicios espirituales” se dijo Kaixiflan intentando convencerse a si mismo.

De todas formas, el camino hacia el bien común no tenia que ser una línea recta. Podía estar lleno de curvas. Especialmente de jóvenes y atractivas curvas…

  • El amor es tan importante como la comida, pero no alimenta.
  • Fumar hierba te ayuda a descubrir tu yo interior aunque causa amnesia y otros efectos de los que no me acuerdo en estos momentos.
  • Horas de cánticos y ofrendas orgiásticas pueden abrir un portal a las riquezas y poderes.
  • Todas las artes han producido obras maestras, aunque el arte de gobernar solo ha producido monstruos.
  • Lo que llamamos progreso es el cambio de un inconveniente por otro.