Amelio de Kong

Después de muchos años deambulando por los Reinos Olvidados como miembro de un grupo mercenario, conseguí comprar mi libertad. Pues a pesar de ser parte de la unidad era un esclavo propiedad de uno de los miembros de los compañía. Sólo gracias a mi ingenio y a mi papel como contable de las riquezas del llamado «grupo de la alegría» conseguí amasar una pequeña fortuna reinvirtiendo los intereses. Tras varios años conseguí fundar una pequeña red de prestamistas. Y gracias a esta organización me aseguré unas considerables rentas, comparables con los ingresos de algunos reinos pequeños. Con todo eso le propuse a mi amo, Kaixiflan, comprar mi libertad.

Para mi sorpresa Kaixiflan no quiso aceptar dinero por mi libertad. Y sólo me la dio a cambio de que me hiciera responsable de administrar unos territorios. Esos territorios habían estado bajo el control de un rey-nigromante hasta que Kaixiflan los libero después de las suplicas de unas jovenes pueblerinas. Nunca se ha podido resistir a auxiliar a damiselas en peligro. Especialmente si las damiselas en cuestión van ligeras de ropa y parecen estar MUY agradecidas.

Al darme la libertad me transfirió parte de sus poderes mágicos así como la habilidad para hablar con fluidez. No sabéis el esfuerzo que me costó organizar por correo mi red de prestamistas. Así que aquí estoy. Intentando administrar estas tierras lo mejor que pueda. De momento sólo tengo una pequeña capital «Kong» (siempre me ha gustado ese nombre).

Mi nombre es Amelio, el Mono Amelio

amelio